Los unicornios son unos animales mitológicos, con cuerpo de caballo y un espléndido cuerno en medio de la frente cuya peculiaridad era que solamente se dejaban cabalgar por una doncella virgen. La diferencia entre estos unicornios y las empresas llamadas "unicornios" es que mientras que las primeras forman parte del imaginario colectivo, de la leyenda, los segundos son una realidad. Rara, pero realidad.
En el mundo de las start-ups se llama "unicornio" a las empresas que en poco tiempo han alcanzado un valor de mil millones de dólares. En lenguaje estadounidense, un "billion". (En Estados Unidos llaman "billion" lo que en el resto del mundo llamamos mil millones).
Estas empresas de reciente creación tan privilegiadas empezaron a aparecer en el sector tecnológico. Por un momento, parecía que el hábitat natural de estos "unicornios" empresariales era Sillicon Valley.
Según el estudio de campo desarrollado por Cowboys Venture, entre los años 2003 y 2013, en medio de una crisis mundial como la que vivimos, nacieron 39 empresas unicornio en el sector del software, a un ritmo de cuatro al año.
Se trata de empresas orientadas al consumidor, e-commerce, servicios online, etc. Sin embargo, aquellas start-up orientadas a la provisión de otras empresas han resultado ser más sólidas. Por otro lado, la imagen de un veinteañero que rompe el mercado con una empresa genial es una excepción. Lo habitual es que estas empresas estén lideradas por treintañeros con mucha formación, una visión fresca del mundo de los negocios pero con la seriedad necesaria como para atraer capitales. Otro mito es que no es tanto Sillicon Valley como San Francisco donde parece estar la cuna de estas empresas.
Hay que destacar que en el mundo de la moda de lujo la plataforma Farfetch acaba de incorporarse al club de los "unicornios" empresariales, como dimos cuenta en el Business Club de Loff.it.