Tom Ford vende su rancho, una finca única en el mundo en la que un rancho de caballos como tal convive con un escenario de cine estilo western -que lo es de facto porque en él se han rodado películas como Silverado, All the Pretty Horses o Wild Wild West-. Pero lo más excepcional de este rancho no es su escenario de cine, ni tan siquiera su elegante dueño sino su diseñador porque el japonés Tadao Ando ha creado una finca inconfundible, única.
La residencia principal, anexa a un establo para 8 caballos, ofrece una imagen realmente excepcional e impropia del viejo, y clásico, oeste americano; se trata de un edificio vanguardista, de líneas depuradas que compone una fotografía relajante y bella; la casa está rodeada por su piscina y por elegantes picaderos circulares. Además, el rancho se completa con 2 casas de huéspedes y 4 cuartos para empleados y algunos almacenes porque un rancho como éste exige atención diaria, por no faltar a este rancho ni tan siquiera le falta la pista de aterrizaje ni su hangar.
Otro aspecto a tener en cuenta de este rancho, más allá de su dueño y sus espacios, es su ubicación, en el corazón del salvaje oeste, a 30 minutos por carretera de Santa Fe, capital del estado de Nuevo México -la capital más antigua de todo Estados Unidos-; se trata de una finca de unos 20.000 acres -algo más de 8000 hectáreas- y sin vecinos cerca... Y es que estamos ante una de las más grandes propiedades en el campo de Santa Fe y, sin lugar a dudas, la más moderna y lujosa.
En cuanto a su precio de venta... cuentan que está por encima de los 70 millones de dólares.
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