Ésta es una casa con mucha historia, una historia además trágica, tanto que si en lugar de estar en Seattle estuviera en el Reino Unido y si su historia trágica hubiese ocurrido en el S.XIX en lugar de en el XX, sería, sin duda, una de esas mansiones inglesas que se enorgullecen de sus fantasmas. Y es que ésta es la última casa en la que vivió Kurt Kobain, además en ella continuaron viviendo Courtney Love y su hija tras el suicidio del cantante, un suicidio que tuvo lugar en un invernadero que formaba parte de esta propiedad (no lo busques, fue demolido para tratar de borrar, borrándolo a él del mapa, la triste historia de esta casa que no es otra que la del trágico final de Kurt Kobain).
Libre de fantasmas y totalmente reformada, la casa se vende actualmente por 7 millones y medio de dólares y estamos seguros de que no vale menos: su ubicación es magnífica (a sólo 15 minutos del corazón de Seattle), desde ella se disfruta de estupendas vistas al Lago Washington y a las montañas Cascade, cuenta con un amplio y rico jardín que rodea la vivienda dándole así un extra de privacidad y, además, luce un interior amplio, moderno, luminoso y, como decíamos al principio, totalmente renovado tras una reforma posterior al año 1997 (año en el que Courtney Love y su hija cambiaron de domicilio alejándose de esta casa que es, sin duda, de infausto recuerdo para ellas).
Ésta es, además, una casa histórica porque más allá de su triste historia de finales del siglo pasado, fue construida en 1902 y su inspiración hay que buscarla mucho más atrás, allá por el S.XVIII, su estilo arquitectónico es el conocido como estilo de la Reina Ana, se trata de un estilo barroco que debe su nombre a la cabeza reinante en Inglaterra en su época de esplendor.
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