Desconocemos las razones por las que Pierce Brosnan y su esposa venden esta espectacular casa, una mansión construida hace unos 20 años al albur del buen gusto y estilo del matrimonio Brosnan e inspirada en el natural estilo tailandés (por aquel entonces Brosnan había rodado su cuarta película como James Bond en Tailandia); de lo que no nos cabe, en cambio, duda alguna es de que el único motivo que hace imposible que nos hagamos con ella y confinemos en Malibú es su precio de venta: 100 millones de dólares. Ahora bien, la casa los vale...
Los vale por su ubicación, en primera línea de playa en Malibú, los vale por espacios exteriores que incluyen estupendos jardines y por todos los servicios que ofrece que van desde la piscina de agua salada hasta el gimnasio, la bodega, la biblioteca, la sala de proyecciones y un SPA; esto sin entrar a valorar que cuenta con casa de invitados ni que la vivienda principal ha sido contruida mirando al mar y abierto a ella gracias a los grandes ventanales de suelo a techo y a las cristaleras que convierten zonas de exterior en interior cuando el tiempo no es bueno; en su interior, además de contar ocn 5 amplios dormitorios tipo suite, encontrarás hasta 9 baños, una amplia cocina gourmet con comedor (interior y exterior) y un magnífico salón que mira al mar.
La madera de teka da calidez a un interior cálido y acogedor, además de luminoso, de una casa de lujo con entrada privada y garaje para dos coches.
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