Lo de ser dueños y señores de una isla privada es algo que tienta a los famosos hasta hacerlos pecar... quizá sea el peso de la fama lo que hace que busquen lugares íntimos y escondidos en los aligerar la carga; Leonardo DiCaprio sucumbió al encanto de una isla privada en Belize ya en el año 2005, Johnny Depp se enamoró de Bahamas cuando rodaba Piratas del Caribe y acabo haciéndose con una pequeña isla caribeña a la que llamó Fuck Off Island; Pamela Anderson se compró una isla privada en Dubai y Mel Gibson una en las islas Fiji, Celine Dion en Quebec, Ricky Martin en Brasil y Spilberg en Portugal... Nicolas Cage también sucumbió al irresistible atractivo de una isla privada y se compró en 2006 Leaf Cay, en Bahamas, le costó 3 millones de dólares; esa es la isla que ha puesto ahora en venta.
El precio de venta de esta isla en 2022 supera los 7 millones de dólares y esta notable revalorización (se vende por más del doble de lo que costó...) no tiene que ver solo con el coste de la vida o el incremento de precio de las propiedades inmobiliarias sino con la naturaleza y posibilidades de Leaf Cay: la isla en cuestión está en Exumas, 85 millas al sureste de Nassau y ofrece un espacio de 30 acres en el que descubrirás 3 playas paradisíacas y 2 estanques; además están ya aprobados los desarrollos necesarios para construir en la isla un puerto deportivo y 5 bungalows con edificios auxiliares.
Leaf Cay se presenta así no solo como una isla paradisíaca y un refugio de lujo sino como una estupenda oportunidad de negocio para montar, por ejemplo, un pequeño y encantador hotel boutique con puerto de yates privado...
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