Propiedades

Nadie puede vivir como Jennifer Lawrence en Manhattan (por eso reduce el precio de venta de su apartamento)

Jennifer Lawrence vende su apartamento, un espectacular ático en Manhattan, pero le cuesta encontrar comprador.

El pasado mes de junio Jennifer Lawrence, la protagonista de la saga de los Juegos del Hambre y de tantas campañas de Dior, por poner un par de ejemplos de su trabajo, puso su ático neoyorquino en venta; en el corazón de Manhattan y con una terraza con vistas de escándalo el apartamento en cuestión superaba los 15 millones de dólares pero más de tres meses después no ha aparecido comprador alguno que pueda (o quiera) pagar ese precio por ese espectacular ático ¿resultado? Jennifer Lawrence ha bajado el precio para tratar de hacer su apartamento más atractivo y asequible al mercado y acelerar así la venta, eso sí, el precio sigue siendo sólo apto para fortunas notables: 14,25 millones de dólares.

Dicen que la inversión inmobiliaria es una apuesta segura si sabes jugar bien tus cartas y la prisa no forma parte de la ecuación, algo de eso ha debido fallarle a Jennifer Lawrence porque compró este ático en el año 2016 por más de 15 millones y medio de dólares y, si finalmente cierra la venta en el precio por el que lo oferta actualmente, perderá más de un millón de dólares ¿a santo de qué las prisas de la protagonista de los Juegos del Hambre? cuentan las crónicas sociales que el motivo puede ser que la Lawrence busca nueva vivienda para compartirla con su prometido, el experto en arte Cooke Maroney y, dado que la actriz cuenta además con otro apartamento en Tribeca y uno más en Beverly Hills, necesita aligerar patrimonio para afrontar nuevas compras...

¿Te gustaría vivir como soñó un día hacerlo Jennifer Lawrence en Manhattan? te contamos cómo es el ático que vende por 14, 25 millones de dólares: se trata de un ático situado en un edificio del año 2005 que cuenta con 3 dormitorios, 4 baños completos y un aseo; dispone además de una magnífica cocina tipo gourmet con un office para disfrutar de desayunos con vistas al skyline neoyorquino, un inmenso salón abierto a la ciudad con un elegante comedor junto a la cocina y una terraza semicubierta que puede convertirse en una sala de proyecciones... ¿se puede pedir más? se nos antoja que no, tal vez algo distinto (que debe seer lo que Jennifer Lawrence y su prometido buscan) pero no más bello, elegante ni mejor situado.