Fue en 2008 cuando Mel Gibson se hizo con esta propiedad, una espectacular mansión en Malibú decorada a la medida de los sueños y películas de este actor y director; cuentan que Gibson -americano de nacimiento, que pasó parte de su vida en Australia y con doble nacionalidad australiana e irlandesa- es un enamorado del viejo mundo, de la vieja Europa y de sus raíces irlandesas, esta gran mansión es un reflejo de ese amor.
Esta mansión cuenta con tres construcciones en medio de una finca de más de dos hectáreas, la casa principal, una casa de invitados y una pequeña bodega junto a las piscinas, que son dos, y que puede habilitarse como gimnasio.
La privacidad de esta mansión es una de sus características más importantes, la gran dimensión de la parcela que ocupa hace que, incluso en sus zonas exteriores, se permanezca alejado de las miradas curiosas. La casa principal cuenta con cinco dormitorios y cinco baños además de su gran salón y la cocina; a pesar de su amplitud, la casa no está pensada para recibir invitados sino para ser el refugio privado, íntimo y personal de su propietario, para los invitados cuenta con una casa anexa construida con ese único fin, recibir visitas de las que vienen a quedarse.
Lo cierto es que el mundo de lujo y placer que esconde esta mansión, que ha sido además la casa de Mel Gibson desde 2008, está ubicado en una de las zonas más exclusivas y mágicas del mundo por su clima y su cine, con todas la vida de Malibú, Los Ángeles y Santa Mónica al alcance de un paseo.
¿Quieres vivie en Malibú como si fueras Mel Gibson? Todavía estás a tiempo de hacerlo porque, aunque lleva ya unos meses a la venta, el actor todavía no ha encontrado comprador para su magnífica mansión en Malibú ¿su precio? algo más de 14 millones y medio de dólares.
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