¿Quién no querría vivir en el segundo edificio más alto del hemisferio occidental, en el corazón de Nueva York y con vistas a Central Park y al río Hudson? con sus 91 pisos de altura el 111 de West 57th Street acaba de coronar su altura máxima (literalmente, termina con una elegante corona) y ha presentado también uno de sus apartamentos totalmente amueblado y decorado por Studio Sofield, quienes se han ocupado además del interiorismo del edificio completo (con especial atención a sus espectaculares zonas comunes); SHoP Architects por su parte han sido quienes se han hecho cargo del diseño.
Para hacernos una idea del lujo y la exclusividad de este edificio bastan un par de datos más: sólo cuenta con una vivienda por planta y no son más que 46 ¿y el resto de las plantas hasta completar las 91? lo inimaginable: lo primero, algunas de las viviendas son dúplex, es decir, cuentan con dos plantas cada una; cuenta además con una piscina de dos calles con espacios privados, sauna, salas de vapor y tratamiento, un gran gimnasio que ocupa dos plantas, comedor privado con cocina gourmet, un gran salón para residentes con terraza, salas de reuniones y, por supuesto, un vestíbulo de escándalo.
En cuanto a las viviendas en sí, su precio va de los 16 millones de dólares hasta los 57 millones, las más exclusivas con los áticos dúplex que tienen además magníficas terrazas privadas; las razones para estos precios, más allá de la ubicación de la torre, de la amplitud de los espacios en sus apartamentos, sus vistas y sus servicios adicionales para residentes, los encontramos en el interiorismo de las viviendas, con espectaculares cocinas abiertas y grandes ventanales que no sólo permiten disfrutar de las vistas sino que nos regalan unas viviendas muy luminosas.
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