La vía Apia no es una calle más. Se trata de una de las primeras grandes arterias que unían Roma con el resto del Imperio, concretamente la capital con el puerto de Brindisi. Era el paradigma de las calzadas y hoy sigue siendo una de calles de la ciudad, bajo el nombre de Via Appia Antica.
Allí pasa inadvertida una villa rodeada de vegetación. Levantada con ladrillos de color rojo, está a un paso de la muralla de la ciudad desde que se edificara en 1880. Tras pasar por varios dueños, en los años 50 es adquirida por el director de cine Carlos Ponti, marido de Sofía Loren, quien se encargó de remodelarla.
La elección de Ponti tenía mucho sentido, en tanto que la mansión de lujo de vía Apia se encuentra a no mucha distancia de los estudios de Cinecittà. Así, muchísimas estrellas de Hollywood que rodaron en Roma durante esas décadas acabaron en la villa del director pasando largas temporadas. Entre ellos, Kirk Douglas o Charlton Heston.
Hoy esta mansión, compuesta por dos edificios, en una villa de algo menos de 10 hectáreas de terreno, está a la venta. Entre los dos inmuebles suman 1.180 metros cuadrados de residencia y se puede adquirir con el mobiliario y la colección de arte del actual propietario. No falta una sala de banquetes, una cocina capaz de organizar todo tipo de eventos e incluso una sala que se puede transformar en piscina interior.
A 10 minutos en coche del Coliseo, es uno de los inmuebles a la venta en Roma más especiales. Se encarga de ello Coldwell Banker Bodini Barbera International Real Estate, que destaca de la villa sus suelos de mármol, que tenga un ascensor dentro de la misma o que se mantenga su jardín casi igual que hace medio siglo. El precio está a la altura de su historia: 40 millones de euros.
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