Si tienes la suerte de ser el propietario de un apartamento de lujo frente a Central Park, en la Quinta Avenida, lo de menos para muchos será la decoración del mismo, siempre y cuando se pueda disfrutar de unas vistas impresionantes. Sin embargo, eso no quiere decir que en esas manzanas no se encuentren algunas de las joyas del interiorismo mundial; pisos e inmuebles con mucho encanto y una decoración tan refinada que haría palidecer a todo un palacio.
Claro que también los hay que sí que son palacios. Uno de ellos, además, se encuentra en venta. En el número 1.215 de la avenida más famosa de Manhattan se encuentra la Brisbane House. Allí compró dos apartamentos interconectados en interiorista Howard Slatkin, que decidió reconvertir su espacio en un inmueble de la década de los años 20 en todo un homenaje al palacio de Versalles. Durante casi tres años ha estado reformando las estancias hasta convertirlas en réplicas del mismo.
El resultado de la rehabilitación es más que soberbio, con un gusto y una sofisticación que realmente parece que alguien ha trasladado parte del palacio desde Francia a Estados Unidos. El numero de muebles de época supera las varias docenas, así como el cuidado que se ha puesto en la recuperación de dorados, tapices, cuadros, jarrones... Muchos de ellos importados directamente de anticuarios galos. Y, encima, hay que sumar las vistas a Central Park. No es el jardín de Versalles pero tampoco está nada mal.
Slatkin, uno de los interioristas más afamados de Norteamérica, ha puesto a la venta este magnífico apartamento por un precio que ronda los 10 millones de dólares, con todas las habitaciones de gran tamaño y toda la tranquilidad del Upper East Side. Además de cerámica de Delft o un ascensor privado, la casa cuenta con chimenea, suelo de madera, biblioteca... Ya hubieran querido los reyes franceses tantas comodidades actuales...
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