No es un châteaux con historia. No, por lo menos, de la que presume su estilo arquitectónico. Es posible que no tenga fantasmas ancestrales (o no están incluidos en el precio) y tampoco fue la residencia de ninguna reina, por lo menos no de las de sangre azul. Tampoco está en algún paraje de Loira, sino en Quebec, en una isla privada. El castillo con isla o la isla con castillo, dependiendo de cómo quieras verlo, pertenece a Celine Dion y está en venta.
Paseando tranquilamente por el Boulevard Sainte-Rose, girando en la Rue de Île Gagnon, puede que nada en el barrio te haga sospechar lo que se encuentra al final de la calle. Un ambiente residencial, tranquilo y, de repente, un portón al más puro estilo castillo de cuento. La clave para cruzarlo es “17.164.782€”, el precio de venta que tiene en Vladi Private Islands.
Por esa suma, te adueñas de una isla que está a menos de media hora de Montreal y que tiene una superficie de 77.109.52 metros cuadrados de verde y frondoso bosque. El castillo que Celine Dion y su marido mandaron a construir en 2001 tiene 2.230 metros cuadrados repartidos en tres plantas, donde sentirse como en Versalles es lo normal.
El exterior de piedra de la residencia de la Île Gagnon está construido bajo el estilo normando y cuenta con 6 habitaciones, 9 baños, una bodega de piedra para vinos (en realidad una bodega para vinos tintos, otra para blancos y otra para Champagne), con su zona de cata y degustación.
La idea central de un palacio francés se lleva al máximo en cada detalle del interior. Escalinatas centrales que distribuyen los espacios al mejor estilo palaciego. El piso principal es donde están el salón con increíbles chimeneas, dos comedores, uno más informal y un salón comedor para 18 personas que ostenta lujo por donde se lo mire. Mención a parte merece la cocina amplia y generosa diseñada por La Cornue. En esa planta también encontraremos la biblioteca revestida en madera, un solarium y una oficina.
Una de las escaleras caracol conduce al segundo nivel donde encontramos la suite principal y las de los niños. En el tercer piso, las habitaciones para los huéspedes y el gimnasio con equipo de última generación.
La planta inferior es la dedicada al ocio. Así que aquí están las salas de juegos y la bodega.
Casi todas las estancias tienen unas espectaculares vistas al lago. Y por la distribución de las ventanas se puede ver desde el amanecer hasta el atardecer sin salir del recinto. Por supuesto que el dibujo de la planta crea varias terrazas desde las que se aprecia el jardín y bosque exterior.
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