Si eres de los que todavía ve la televisión y de los que la ve a las tantas de la madrugada y además ve Divinity, seguro que te suena el nombre de Martyn Lawrence Bullard, del programa Million Dollar Decorators (2011, aunque emitido aquí el último año). Y si estas son demasiadas variables para tu vida y no sabes de quién te hablamos, pues debes saber que Martyn Lawrence Bullard, un inglés afincado en Los Ángeles y un tanto histriónico, es uno de los decoradores con más prestigio del mundo. No, no nos hemos ido del tema, porque él es el responsable de la decoración de esta casa de Tommy Hilfiger en el exclusivo Golden Beach.
La impronta de Lawrence Bullard, un glamour exagerado, atrevido y siempre sorprendente, con multitud de exquisitos detalles, la encontramos en un simple vistazo aunque el resultado de la decoración de esta vivienda de cerca de 4.300 metros cuadrados respira una gran identidad Hilfiger, como debe ser puesto que la casa la compraron el diseñador y su mujer, la también diseñadora de moda Dee Ocleppo, en 2013 con la intención de mostrar su también espectacular colección de arte de los años 60 y 70. La premisa, que fuera una casa atractiva, glamurosa, sexy, cosas que el trabajo entre la pareja de diseñadores y el interiorista, parece haber logrado.
La vivienda tiene tres plantas, por supuesto con ascensor, en las que se distribuyen siete dormitorios y ocho baños, un gran hall de entrada con una imponente escalera de baldosas de cristal blanco y marmol, un espléndido salón con techos de espejo con las obras de la colección del matrimonio compitiendo en protagonismo con una alfombra a medida de intensos colores, y todo lo que puedas esperar y necesitar de una mansión, incluido un bar (con bola de espejos, por supuesto), minicine, y un gimnasio con una mesa de billar sobre la carrocería de un coche, jugar y hacer deporte todo en uno, contra el aburrimiento.
Asentada en un finca de más de 8.300 metros cuadrados, la casa está orientada al mar, a levante, a la playa privada que pertenece a la propiedad y de la que la separa un magnífico infinity pool, una piscina en la que el límite se confunde con el mar sobre la que se desperezan todas las mañanas unos impresionantes amaneceres rodeados de un magnífico palmeral.
El matrimonio Hilfiger compró esta vivienda por algo más de 16 millones de euros y cuatro años después la vende por 25,8 millones. El precio de la vivienda ha subido, pero claro, la intervención de Martyn Lawrence Bullard es siempre espléndida (en todos los sentidos), aumenta el valor, y por supuesto tiene un coste elevado. Su salida al mercado es una buena oportunidad, y una oportunidad de oro para echarle un vistazo por dentro y por fuera a la casa de Tommy Hilfiger, ¿no te parece?.
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