El próximo año Manhattan renovará su skyline con una nueva torre, 30E31, un rascacielos de más de 40 alturas, esbelto y geométrico, cuyos arcos en las ventanas que se encaminan al cielo (que no las más altas) denotan cierta inspiración gótica; resulta sorprendente esta inspiración clásica, casi histórica, en un edificio cuyo diseño es en realidad pura vanguardia arquitectónica, el contraste de ambas ideas no puede resultar más atractivo.
Será en 2018 cuando esta nueva torre neoyorquina esté terminada y entregue las llaves de sus viviendas a quienes han caído rendidos a la belleza de los apartamentos que han salido a la venta hace tan solo unos días.
¿Qué decir de los precios de estos apartamentos? estamos en Nueva York, en Manhattan, en el corazón de una de las ciudades más caras del mundo, una de esas que hace de los rascacielos el único modo de ganar el espacio que ya no encuentra en el suelo; todo ésto, sumado al gran trabajo arquitectónico de este edificio y a la calidad de su construcción y de los materiales empleados en ella, hacen que el precio de estas viviendas las convierta en sólo aptas para unos pocos.
Los apartamentos más pequeños del 30E31, que constan de una única habitación y un baño o, a lo sumo, un baño y un aseo, superan de largo el millón y medio de dólares (e incluso de euros) mientras el más exclusivo (y caro) es, como no podía ser de otro modo, el ático, un dúplex que cuenta con tres habitaciones y otros tantos baños además de un aseo y eleva su precio hasta los 12 millones de dólares (algo más de 10 millones de euros).
Entre los apartamentos más modestos y el ático más lujoso encontramos una diversidad de viviendas en tamaño y distribución que matizan estos precios que rondan en todo caso los 4 millones de dólares (unos 3 millones y medio de euros). El 30E31 no es sólo una torre más, es esa torre con vistas a los cielos de Nueva York en la que cualquiera soñaría tener al menos un apartamento.
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