El Time Warner Center, situado en el Central Park de Nueva York, es un rascacielos residencial de lujo que cuenta con una exclusiva galería comercial, que atrae a diversos millonarios de todo el mundo.
Muchas de las personas con alto poder adquisitivo, que compran en esta privilegiada zona residencial de apartamentos de Manhattan, lo hacen para "lavar dinero". Esta afirmación proviene de diario estadounidense "New York Times", después de haber realizado un interesante reportaje de investigación sobre el tema.
Los familiares del senador y banquero ruso Vitaly Malkin, compraron por 15.650.000 dólares y a través de una sociedad secreta llamada 25CCST74B LLC, un apartamento en la planta 74 del rascacielos. Malkin tiene prohibida la entrada en Canadá por implicación en corrupción.
El empresario griego Dimitrios Contomina, que estuvo en la cárcel por cargos de corrupción, el pasado otoño compró por 21.400.000 dólares un piso en el Time Warner Center.
Wang Wenliang, cuya empresa constructora está acusada de explotar trabajadores de Estados Unidos, ha comprado en las torres de cristal del mencionado rascacielos, un apartamento por diez millones de dólares.
Según el diario estadounidense, al menos 16 extranjeros millonarios de diferentes nacionalidades, propietarios de los apartamentos, están involucrados en investigaciones judiciales. Los casos van desde violaciones del derecho ambiental, corrupción hasta fraudes financieros. Los funcionarios y los agentes inmobiliarios por lo general miran a otro lado, señala el New York Times, que añade que algunas de estas transacciones se realizan ya sea con dinero procedente de la corrupción o de la evasión fiscal.
Durante la investigación del Time Warner Center, las investigaciones del periódico descubrieron asimismo que existían 200 buzones de empresas ficticias. Rudy Tauscher, ex gerente del Time Warner Center asegura "El edificio no sabe de dónde viene el dinero, no nos interesa".
En Nueva York se gastan aproximadamente ocho mil millones de dólares anuales en la compra de apartamentos de lujo, cuyo precio mínimo es de 5 millones de dólares, una cifra tres veces mayor que la de hace una década.
El ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, señaló en su programa semanal de radio, poco antes de terminar su mandato en 2013 "Si consiguiéramos atraer a todos los multimillonarios del mundo a vivir en esta ciudad, sería un regalo del cielo".