Las desgracias de Saab no parecen tener fin, el actual propietario de la automovilística escandinava, el consorcio inversor chino-japonés National Electric Vehicle Sweden (NEVS), enfrenta la quiebra y está buscando una reducción de parte de sus deudas.
NEVS tiene la esperanza de establecer un acuerdo de financiación a largo plazo y un potencial joint venture con uno de los dos fabricantes de equipos originales, como Mahindra de la India o Dongfeng de China, pero asegura necesitar salir de su actual reestructuración para realizar esta operación.
NEVS opera actualmente con los fondos de su compañía madre, National Modern Energy Holdings con sede en Hong Kong, pero para salir de su reestructuración tendrá que pagar a sus acreedores o alcanzar un nuevo acuerdo.
La propuesta de la empresa, es una reducción del 50 por ciento de su deudas anteriores. Según NEVS, la reducción de la deuda afectaría a 104 del total de sus 573 acreedores.
"Las negociaciones están progresando, pero vemos la complicación de llegar a un acuerdo, sobre cuando nos encontramos en un estado de reorganización", aseguró Mattias Bergman CEO de NEVS en un comunicado. "Nuestro principal propietario ha financiado la reorganización y para que esto sea posible económicamente, tenemos que llegar a un acuerdo de convenio con los acreedores".
Evidentemente los 104 acreedores que se verían obligados a asumir perdidas no quedarían muy satisfechos, sin embargo, como advierte Lars Eric Gustafsson, administrador de la compañía, la alternativa podría significar para NEVS entrar en bancarrota y que los acreedores terminen afectados. Una nueva reunión para discutir las propuestas está prevista para el próximo 26 de febrero.
En caso de llegar a un acuerdo con los acreedores, NEVS mantiene la esperanza de negociar con uno de los fabricantes de equipos originales con los que está en conversaciones, para convertirse en accionista mayoritario de NEVS y formar una empresa conjunta y poder compartir parte de la tecnología de Saab.