Rolls-Royce ha empezado a vender coches de 300.000 dólares en Kazajstán, que debido a la abundancia de petróleo y metales cuenta con una gran cantidad de millonarios como para atraer a exclusivas marcas como Rolls-Royce, Bentley o Maserati a las calles de Almaty, la ciudad más grande de la ex república soviética. De hecho, desde Kazajstán se han encargado más todoterrenos del nuevo Bentley Bentayga, que en la vecina Rusia.
Cuatro de los seis concesionarios que Rolls-Royce abrió el año pasado se encontraban en mercados emergentes como Azerbaiyán, Kazajstán, Camboya y México.
Con el aumento de la desaceleración del mercado de lujo de China, lugares como Kazajstán y Azerbaiyán son percibidos cada vez más como territorio abonado para los fabricantes de coches más exclusivos del mundo. Se prevé que la demanda de vehículos de lujo en los mercados emergentes crezca más de un 9 por ciento anual hasta el año 2020. Frente al 2 por ciento que se estima crecerá en Estados Unidos y Europa. "Vemos demanda en los mercados no tradicionales, por eso que vamos allí”, asegura Peter Schwarzenbauer, miembro de la Junta de Administración de BMW AG responsable de Rolls-Royce.
Por supuesto que la demanda de vehículos de lujo en Kazajstán y Azerbaiyán no sustituirá a la de China, donde se pronostica que crecerá un 6 por ciento anual durante los próximos cinco años; porque si bien la demanda de bienes de lujo en China se está desacelerando, continúa siendo el mayor mercado automotriz del mundo, la versión 230.000 dólares del Mercedes Maybach se está vendiendo a un ritmo de 500 coches mensuales en el gigante asiático.
Al igual que en otros países en desarrollo, donde los fabricantes de automóviles de lujo recientemente han abierto salas de exposición, la brecha entre ricos y pobres en Kazajstán es enorme. La privatización postsoviética bajo el presidente Nursultan Nazarbayev ha creado una clase de mega ricos, que incluye funcionarios gubernamentales y familiares, mientras que un médico gana menos de 500 dólares al mes.
A diferencia de los compradores de ultra-lujo en mercados más consolidados, los clientes kazajos no suelen personalizar sus vehículos y son más propensos a realizar compras impulsivas. En la actualidad hay alrededor de 250 Bentleys rodando en las carreteras de Kazajstán. La demanda probablemente se duplique una vez salga a la venta el Bentayga, el nuevo SUV de Bentley.