Lancôme recupera su icono primero, su musa, su rostro... su primera embajadora: Isabella Rosellini. La bella actriz italiana, fruto de la unión entre dos excepcionales representantes del séptimo arte: Roberto Rosellini e Ingrid Bermang, se convirtió en 1983 en la primera embajadora de Lancôme y lo fue durante más de diez años. Ahora, en 2016, Lancôme anuncia que la Rosellini vuelve a su maison para ejercer como rostro y voz de la firma cosmética francesa.
Isabella Rosellini representa, a sus 63 años, la esencia de la mujer Lancôme: una mujer que ha sabido aliarse con el paso del tiempo deslumbrando siempre tanto por su belleza como por su talento; la actriz es además consciente de la dimensión que tiene su regreso a Lancôme: 'soy consciente, además, de que esta decisión supera mi mera presencia como imagen y que formo parte del importante movimiento por el que Lancôme incluye en su universo a todas las mujeres, cualquiera sea su edad'.
Por su parte la firma francesa celebra el regreso de su icono, de su primera embajadora; en palabras de Françoise Lehmann, director general de Lancôme, Isabella 'más allá de los valores de la marca, que ella representa magníficamente de una forma muy natural, Isabella encarna la idea de una belleza completa, sinónimo de bienestar. Además, mantiene una actitud muy positiva y serena frente al paso del tiempo, que ella siente como algo liberador y que ayuda a la propia auto-afirmación'.
Estaremos atentos porque de ahora en adelante hablar de Lancôme será también hablar de Isabella Rosellini.
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Imagen: Marc-Antoine Coulon para Lancôme