Bilbao -metálica y acuosa-, noche del jueves 12 de mayo. Cerca de 200 personas asistimos al momento estelar (de seis puntas para más señas) en el que una marca con 110 años de historia junto a un templo del arte contemporáneo rinden homenaje a una figura que data de la Roma de Augusto, bajo cuyo imperio (I a. C.) un hombre, Cayo Cilnio Mecenas, cobró tanta fama como protector de las artes que su nombre pasó a designar la figura social que hoy empieza a ser designada como patrón de las artes.
Acompañada de su marido, Sir Norman Foster, hace su entrada, elegantemente discreta y con paso firme de unos zapatos rojos ¿Louboutain?, Elena Ochoa Foster, ganadora del Premio de España 2016 y homenajeada en reconocimiento a su trabajo con la Fundación IvoryPress, una iniciativa privada que desarrolla su actividad en la edición y comisariado de arte contemporáneo. Se engrosa con ella la lista de galardonados que han sido presentados con el premio.
La culminación de un día intenso de viaje por mar y aire que se adentra en el arte con una visita privada y guiada por el Museo Guggenheim –el nuestro, por petición expresa, por la “exposición-celda” de Louise Bourgois. El preludio de la ceremonia en la que la actriz Macarena Gómez, amiga de la marca y miembro del jurado internacional en esta edición 2016, y el Director General de Montblanc España, Francesc Carmona, presentan el premio honorífico con una edición limitada de la estilográfica ‘Patron of Art Peggy Guggenheim’ insertada en un trofeo y 15.000 euros para ser donados a un proyecto cultural de la elección de Elena Ochoa Foster, cuyos “promocionados” son José Manuel Ballester y Daniel Lergon.
Durante el coctel en la sala Venus del atrio del museo, se exhibe la ‘Patron of Art Edition’, la colección de edición limitada dedicada a Peggy Guggenheim, gran mecenas y una de las mayores coleccionistas de su tiempo; personaje renacentista en su actitud hacia el arte y hacia la vida. Las otras 24 ediciones de escritura ‘Patron of Art Edition’, que han sido creadas cada año desde 1992 en honor a los mecenas históricos del arte, se encuentran en cada una de las mesas en las que disfrutamos de la cena (pequeña curiosidad: nos asignan la mesa-edición en honor a J. Pierpont Morgan).
Una velada iluminada por el color de las palabras de la homenajeada y el discurso de la tradición y la vanguardia artísticas. Un acto que sumar a la sonada celebración del 110 aniversario de Montblanc por la geografía de los cinco continentes. Y, finalmente, una velada en la que, además del arte, la gran protagonista es la mujer.
Montblanc, que revolucionó el mundo de la escritura desde su fundación en 1906, es hoy una de las firmas multiproducto más codiciadas del planeta. Además de los artículos de escritura, de piel, accesorios, gafas y fragancias, es una reconocida manufactura de relojes que en los tres últimos ha experimentado una auténtica revolución de la mano de su CEO, Jérôme Lambert.
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