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El Salón Internacional del Vehículo Clásico abre sus puertas el 24 de noviembre

Toda una oportunidad, todo un viaje en el tiempo para disfrutar de sensaciones y sentimientos de otras épocas

Nada menos que 33 ediciones está por cumplir AutoRetro Barcelona, el Salón Internacional del Vehículo Clásico, todo un idém en este segmento del motor, que este año se celebrará del 24 al 27 de noviembre en Fira de Barcelona-Montjuïc. Todo un viaje al pasado que trae a nuestro tiempo toda la magia de los vehículos clásicos agrupando una serie de actividades con este tipo de coches y motocicletas como centro.

Para comenzar, en el pabellón 4 se encontrará el Parking de clásicos, una auténtica y espontanea exhibición de vehículos con historia donde los visitantes tendrán un hueco para acceder al recinto y aparcar su coche o moto clásica para que sea admirada por el resto al tiempo que aprovechan para hacer otro tanto. En Start your engines desfilarán vehículos de competición para que los visitantes escuchen el rugido de sus motores y admiren de cerca autómoviles y motos que han hecho historia en las carreras. Si además de llevar tu clásico para que sea admirado y admirar el resto de automóviles, lo que quieres es comprar o vender, también se habilitará el Car&Bike Corral, un espacio de compra-venta entre particulares.

Por supuesto, también estarán presentes las clásicas Gymcanas, sorteos de diferentes tipos y premios, y la oportunidad de asistir a las Montjuïc Legends Series, un desfile de vehículos clásicos (automóvil y motocicleta) controlado que nos permite rescatar la historia de este espacio: su trazado, sus gestas y todo lo que significó para Barcelona durante varias décadas. Una oportunidad única para revivir la experiencia de ver una caravana de clásicos por curvas legendarias como el Ángulo de Miramar, la Font del Gat, La Rosaleda o el Teatro Griego.

Toda una oportunidad, todo un viaje en el tiempo para disfrutar de sensaciones y sentimientos de otras épocas, quizás más románticas que esta, cuando aún pensábamos que los coches y las motos tenían algo parecido al alma.

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