El pasado domingo, el último cliente hizo su check out del Marco Island Marriott Beach Resort, Golf Club & Spa, en Florida. El mismo día, representantes de la empresa desvelaban los detalles más jugosos de una reforma muy esperada y muy costosa, 250 millones de dólares.
El objetivo es que Marco Island se sitúe entre los destinos turísticos más elitistas y destacados. El hotel, que es el favorito de la familia Marriott establecida en Washington DC, ya es un referente en su categoría. Ahora se trata de que ascienda de categoría, a la marca de lujo del grupo hotelero: JW Marriott. De esta forma, en el 2017, cuando acabe la reforma, el JW Marriott de Marco Island será el unico complejo turístico de su categoría frente al mar en estados Unidos. Y, de paso, la comunidad de Marco Island ganará en prestigio como destino vacacional y de descanso. Así lo expresó en rueda de prensa el gerente general, Rick Medwedeff.
El hotel abrirá sus puertas de nuevo el próximo agosto para ofrecer a sus selectos clientes habitaciones renovadas, piscinas mejoradas, y el mejor servicio. Pero no será hasta el 2017 cuando se abrirá la torre con casi 100 habitaciones para adultos, una piscina de horizonte infinito en la terraza del tejado y un centro de entretenimiento con gimnasio incluido de más de 3.500 metros cuadrados.
En total, se duplicará el espacio para reuniones y eventos del Marriott a un total de 30.500 metros cuadrados y ofrecerá 810 habitaciones y suites. Durante el cierre, los empleados serán reubicados temporalmente a los hoteles Marriott más cercanos. Pero no solamente no se destruirán puestos de trabajo con el proyecto de reforma, al revés, se espera que los nuevos trabajos generados por la ampliación alcance la cifra de 85 empleos.