Hay quien dice que la elección de Dundas como director creativo no fue buena y también quienes opinan que Cavalli nunca debió trasladarse su central creativa a Milán sino permanecer en Florencia, su ciudad de origen y lugar al que, según ha confirmado la dirección de la firma, regresa.
El 12 de octubre de 2016 quedará grabado en la historia de Roberto Cavalli como uno de sus días más convulsos; con Gian Giacomo Ferraris al frente de su dirección, a última hora del día se confirmaba la noticia: los pobres resultados de Cavalli confirmaban que la célebre firma italiana necesita una transformación, una regeneración como la que está experimentando Gucci, otro sello del país alpino que, tras atravesar un tiempo de oscuros resultados, de la mano de Alessandro Michele amenaza con tocar de nuevo el cielo.
Ferraris sabe que debe provocar el mismo cambio en Cavalli y Peter Dundas ha resultado no ser el diseñador necesario para ello; se avecinan tiempos difíciles para la firma del animal print que, según informaba WWD a última hora de ayer, la dirección -con Ferraris al frente- ha mantenido una reunión con los representantes sindicales para confirmar la salida de 200 personas -de una plantilla de 675- tras el cierre de la sede de Milán; el corazón de Cavalli estará de nuevo en Osmannoro, Florencia, y se anuncian igualmente una re-estructuración tanto en la logística, buscando un ahorro de costes, como en las tiendas, habrá cierres y también re-ubicaciones.
Cuando en 2015 el grupo italiano Clessidra adquiría el 90% de Roberto Cavalli y desde entonces los cambios se han sucedido en la compañía, primero la incorporación de Peter Dundas, que había formado anteriormente en la compañía y que llegaba desde la dirección creativa de Emilio Pucci, a continuación llegó la incorporación de Gian Giacome Ferraris que aterrizaba como CEO de Cavalli desde su posición en Versace y ahora la célebre firma italiana afronta una profunda remodelación de la que esperan salir fortalecidos resurgiendo de sus cenizas, de sus origenes florentinos, cual Ave Fénix. Estaremos atentos...