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Cambia la pauta de consumo de moda masculina

Los gustos de los "millenials" redefinen las nuevas pautas de consumo de moda masculino.

Una de las sorpresas de los dos últimos años es el despegue de las ventas en moda de lujo masculina. Mientras que tradicionalmente era la moda femenina la que generaba unos mayores ingresos en el sector parece que las cosas están cambiando.

"El crecimiento en la moda masculina es alimentada por un mayor énfasis en el aspecto personal combinado con grandes ingresos disponibles", afirma la investigadora Magdalena Kondej.  Y continuó explicando: "A nivel mundial, la renta disponible anual de los hombres es todavía un 50 por ciento más alto que el de las mujeres y si bien los mercados occidentales siguen gastando más en la ropa, se espera que el crecimiento futuro que sea impulsado por Asia Pacífico".

En este nuevo impulso tienen mucho que decir los jóvenes adinerados preocupados por su aspecto. De acuerdo con expertos estadounidenses que perciben esta pauta, los Henry (high earner, not rich yet) y los Yummy (young urban male) definen nuevas tendencias. ¿Cuáles son estos nuevos look que están adoptando para sustituir los pantalones vaqueros caídos y camisetas con frases irónicas? Entre la variada gama de  arquetipos están: el caballero moderno (mezcla trajes con diseños y texturas), el apuesto urbanita ( lleva pantalones desgastados muy caros y piezas de cuero), el exclusivo informal (viste prendas de alta calidad, lo básico de alto costo) y el lumbersexual (una variante del término "metrosexual", refiriéndose a chicos con camisas a cuadros y barbas bien cuidadas).

Según la empresa de investigación de mercado Euromonitor International, la ropa de hombre experimentó un aumento del 4,5 por ciento en ventas el año pasado (acumulando en 440 mil millones dólares), mientras que la moda femenina sólo se incrementó en un 3,7 por ciento. Los nuevos datos también predicen que la industria de la moda masculina contribuirá alrededor de 40 mil millones de dólares en el mercado mundial en 2019. Un buen indicador es que marcas de lujo como Prada o Hermès hayan abierto tiendas especializadas para clientes masculinos. Un impulso que refuerza el mercado del lujo.

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