Las ventas de Hermès en 2011 alcanzaron los 2,841 millones de euros y desde entonces no han hecho más que crecer hasta llegar a los 4,841 millones con los que ha cerrado 2015; los últimos cuatro ejercicios financieros marcan así una línea ascendente en las ventas de Hermès con dos puntos especialmente pronunciados, los años 2012 y el recién cerrado 2015.
El soberbio resultado de Hermès tanto en ventas como en beneficio neto, que alcanzó la nada despreciable cifra del 20%, se detalla además por regiones y sectores: Japón se desvela como el mercado en el que más crece esta exclusiva firma francesa, un 18%, aunque crece igualmente en el resto de Asia, un 5%, y en Europa y América, un 9 y un 7% respectivamente; en cuanto a los sectores, son las piezas de cuero y piel las que destacan sobre el resto con un incremento en ventas respecto al año anterior de un 13%, crece también la venta de perfumes, un 3%, y los accesorios y la colección ready to wear un 8%; la nota negativa la ponen la seda y los textiles cuyas ventas caen ligeramente, un 1%.
Para asegurar la continuidad de esta evolución tan notable desde 2011, Hermès ha reforzado su estructura a lo largo del año 2015 incorporando a unas 500 personas, 400 de ellas en Francia, y han cerrado el año con 12,244 empleados en todo el mundo, de ellos 7461 están en Francia, lo que demuestra que Hermès es todavía hoy, y seguirá siéndolo porque es su estrategia de compañía, una empresa centralizada con gran control sobre sus procesos tanto creativos como de producción.
En la comunicación de resultados que han hecho hace tan solo unos días, desde Hermès se ha anunciado la propuesta de un dividendo de 3,35 euros por acción en la próxima junta general que tendrá lugar el 31 de mayo; han advertido además que se deducirá de ese dividenco el de 1,5 euros por acción aprobado el pasado 26 de febrero.