El último avión que ha incorporado a su flota la aerolínea Air Europa no necesita la icónica cortinilla que separa las clases Business de Turista. De hecho, no habría qué separar, ya que se trata de la primera gran aeronave de una compañía europea que ha sido configurada exclusivamente para albergar asientos de Clase Preferente. Un Airbus 330/300 que ya ha marcado un hito en la industria aérea española.
La compañía ha mantenido los dos pasillos que tiene el modelo convencional de este Airbus, pero ha eliminado un asiento de cada fila a fin de permitir butacas más anchas. Y no solo se gana en ancho, sino también en largo, ya que el espacio entre filas se ha incrementado bastantes centímetros como para permitir dotar a cada asiento de un mecanismo para apoyar las piernas. De este modo, se pierde número de asientos pero se aseguran una comodidad absoluta. En el nuevo avión pueden viajar con absoluta comodidad 271 pasajeros, en lugar de los 388 de la configuración habitual.
El objetivo de Air Europa es utilizar la aeronave, más que para vuelos regulares, para clientes que necesitan un chárter concreto, como equipos de fútbol y baloncesto, grandes compañías que necesitan mover a grupos de empleados y directivos, etcétera. "Hemos sacrificado 117 plazas conscientes de que existe un mercado profesional que valora mucho disponer de un alto grado de confort en sus desplazamientos y de un mayor espacio para su equipaje, tanto de mano como en bodega", ha asegurado Juan José Hidalgo, presidente de la aerolínea de Globalia. "Somos la única compañía en toda Europa capaz de ofrecer este servicio".
En el nuevo Airbus, cada una de las butacas, tapizadas en verde lima, dispone de una bandeja oculta en el apoyabrazos que permite tener una total independencia respecto al respaldo del asiento anterior, y viene equipada con una fuente de alimentación USB para dispositivos móviles, a lo que hay que añadir un sistema de wifi que será incorporado en breve y que permitirá navegar por Internet durante los vuelos.
Recién salido de la fábrica de Airbus, el avión iba a ser destinado a una aerolínea japonesa, pero esta cesó su actividad y fue la española quien finalmente lo adquirió, sin necesidad de esperas.
Bautizado con el nombre de Francisca Acera, madre de Hidalgo y que acaba de cumplir 96 años, está ya presto para volar.
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