Asociada históricamente al oro, por ser también metal monetizable cuando existía un sistema monetario metálico, la plata es hoy en día una inversión en alza. Las razones son múltiples. En primer lugar, se demanda como bien industrial mucho más que el oro, entre otras cosas porque es materia prima de los paneles solares, por ejemplo. Esta característica explica que ante una crisis de inversión, el oro padezca más que la plata que, aunque no se demande por motivo especulativo, seguirán teniendo demanda industrial.
Por otro lado, es un metal cuyo valor, aunque no tan estable como el del oro, es muy estable y en momentos de crisis o de inestabilidad política, eso implica que las inversiones y los ahorros no pierdan poder adquisitivo. Y es más barato que su metal hermano.
Al igual que en el caso del oro, existen productos financieros como los ETF (fondos cotizados) respaldados por plata que facilitan y agilizan su compraventa.