El 18 de junio de 2013 en el sector del lujo empezaba a sonar el nombre de Kering. Un nuevo grupo cuya pronunciación tiene todo que ver con la palabra inglesa caring, que significa cuidado, y que por descontado no es fruto de la casualidad.
Pero tal aparición no era cosa de novatos, sino más bien de un cambio de rumbo de uno de los conglomerados de empresas más importantes del sector del lujo, el del grupo francés Pinault-Printemps-Redoute (PPR), que así es como se llamaban antes de transformase en lo que son hoy: una empresa especializada en moda y accesorios en el sector del lujo, acuñando en su logo la imagen de un búho, como símbolo de la visión y de la sabiduría, y enarbolando el emblema "Empowering Imagination".
Así dejando de lado el área de la distribución, Kering ha tomado posiciones en los niveles más altos del mundo del lujo y la ropa deportiva, con sus marcas: Gucci, Alexander McQueen, Balenciaga, Bottega Veneta, Saint Laurent, Stella McCartney, Brioni, Boucheron, Christopher Kane, Sergio Rossi, Puma, Girard-Perregaux, Jeanrichard, Electric y Tretorn, Qeelin, Volcom, Cobra.
Sus datos revelan unos 22.000 millones de euros de valoración, y unos beneficios en función de su facturación, que según el ejercicio del primer trimestre de 2012, aumentó un 7,9% comparado con el mismo período del año anterior. Además de crecer en el desarrollo de sus actividades en países emergentes, que representan el 37% de su facturación.
CEO: François-Henri Pinault.