¿No duermes bien? Tienes que probar una piscina de flotación. Una hora abandonado al vaivén de sus aguas equivale a varias de sueño. Y aguantas una hora sin problema: la temperatura es similar a la del cuerpo así que no te enfrías y la solución se encuentra saturada de sales con lo que flotar no te cuesta esfuerzo alguno. El ambiente también contribuye a la relajación: la luz ténue, la musiquita y el ambiente cálido te van sumiendo lentamente en una somnolencia consciente.
Además de una profunda relajación, se obtienen otros beneficios: regula la presión arterial, ayuda con problemas de asma, insomnio o migrañas y mejora la circulación. A nivel cosmético es un tratamiento nutritivo que regeneral el tejido celular de la piel.
Esta piscina de flotación se encuentra en el Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo.