Es barcelonesa y madre de tres hijos: una niña y dos gemelos, Luis y Manolo, que nacieron prematuros. Un día apareció una piedra en su camino: uno de los niños no estaba bien. Los médicos se escondieron tras el lenguaje técnico pero Begoña y su marido hicieron por enterarse, por entender, por asumir. Luís, uno de los gemelos, tenía parálisis cerebral.
A las 24 horas de cuidados de su hijo añadió muchas horas más y creó la Fundación Sobre Ruedas: visita casas, escucha a las madres, ofrece apoyo, ayudas, mirada en la que reconfortarse y mano a la que agarrarse. Según sus palabras: "Cuidar es paciencia, cariño y también mucho desgaste". Begoña ya tenía experiencia laboral en el mundo de la empresa, y además de la Fundación, ya había creado su propia empresa, un centro de rehabilitación con otras tres socias, madres de niños con parálisis cerebral. "Nunca me ha dado miedo emprender un negocio porque una vez que detectas la necesidad lo prioritario es saber por dónde empezar". Le gusta trabajar con mucha luz y le da tiempo a jugar al golf, a ir al cine y, de vez en cuando, a esquiar con sus hijos.