Fue creado por el jefe de diseño de la compañía, Luc Donckerwolke, como una interpretación amplia del Lamborghini Gallardo. Se presentó por primera vez en la Feria Internacional de Ginebra hace exactamente una década y fue pensado como un ejercicio de estilo más que como un vehículo para producirlo en serie. Esta decisión se mantuvo a pesar del interés que despertó el coche entre los consumidores. Así que sólo se fabricaron dos modelos: un prototipo (sin motor) que se encuentra en el museo Lamborghini y otro que hasta hace bien poco se exhibía en Pebble Beach y que ahora sale a subasta.
Tras la presentación en Ginebra, la versión definitiva de esta joya automovilística debutó en la Feria de Italia al año siguiente con una actuación brillante, manteniéndose fiel al concepto inicial y causando la impresión de ser aún más extremo. Apareció ante el público con novedades como el llamado parabrisas “saute-vent” (expresión francesa para “viento cambiante”), fue rediseñado para poder ser homologado y su aspecto, con una “espina dorsal” que separaba en la cabina los puestos del conductor y el acompañante, terminó siendo todavía más agresivo (si cabe) que el del diseño original.
En vista de la buena acogida del público en los salones internacionales, estaba prevista la fabricación en cadena de este espectacular modelo. Sin embargo, el excesivo coste de los procesos de producción y el tiempo necesario para crear cada vehículo hicieron que el primer ejemplar fuera también el último.
El Lamborghini Concept S que salió de la fábrica sólo ha tenido un propietario desde que fuera presentado oficialmente. Se trata de un coche de carreras que también está perfectamente habilitado para circular por carretera y a pesar de que vio la luz hace una década, en todo este tiempo sólo ha rodado 180 kilómetros (la mayor parte de ellos durante las pruebas que se le realizaron al principio).
Todas estas características hacen de este vehículo una pieza verdaderamente excepcional, única, irrepetible. Diez años después de haber salido de la fábrica y mantenerse prácticamente intacto, sale a subasta el próximo 18 de noviembre en Nueva York. Es una oportunidad extraordinaria para pujar por él. Puede ser la pieza de museo que usted haga circular por la ciudad y guarde bajo llave en su garaje.
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