La firma de moda suiza Akris nos conquista una vez más con sus propuestas en lo que a los bolsos se refiere; la clave de su éxito no está en lo rompedor de sus diseños sino en el hecho de que, como les ocurre con sus colecciones de moda, han encontrado el punto de equilibrio perfecto entre utilidad y belleza al comenzar las colecciones por su materia prima.
Albert Kriemler se mantiene como director creativo de la firma y máximo responsable de la misma junto a su hermano Peter, cosa que no es probable que cambie en el futuro salvo cuando ambos decidan ceder el testigo a la próxima generación porque Akris es, desde su fundación hace unos 90 años, una firma familiar; se trata de un sello que ha entendido como pocos que es en el equilibrio entre utilidad y belleza donde yace el éxito duradero porque lo que es bello e inútil se admira y se olvida mientras lo útil y feo se usa y se tira, en cambio lo bello y lo útil es en realidad lo contemporáneo, lo que permanece siempre entre nuestras pertenencias y aquello que usamos con gusto temporada tras temporada.
En cuanto sus propuestas de moda, Kriemler comienza sus diseños en el tejido y de ahí se traslada al cuerpo de la mujer buscando el modo perfecto de encajar un tejido de alta calidad sobre él de modo que este luzca bello y encantador, así diseña Akris sus colecciones de moda desde hace 90 años y así se han convertido en una firma ineludible de los fondos de armario más exclusivos pero ¿y los complementos?
La línea de complementos es mucho más joven que la de moda, se estrenó en 2009 pero lo hizo bajo la esencia Akris y el resultado ha sido igualmente exitoso: los bolsos de Akris, de clara inspiración arquitectónica, cambian de tamaño y piel cada temporada pero son siempre inconfundibles y de una belleza y funcionalidad que los convierte en unos de los más desables del mercado.
Si quieres saber qué es lo bello y lo útil llevado a un bolso, quieres, sin duda, uno de Akris.
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