Hace tiempo que no sueño. Duermo, pero no tengo sueños, o al menos no los recuerdo. No es algo que me incomode, pero me intriga. ¿A dónde van mis ideas más noctámbulas, esas que eran capaces de convertirme en heroína-tirana con paraguas o en nube de papel? Suspense absoluto. Pues bien, quiero recuperarlas, así que tengo nuevo reto mental para estrenar el mes de junio: volver a soñar.
Esta misión de riesgo requiere altas cantidades de zumo de pomelo (con hielo) y helado de galleta, alguna canción de Belle and Sebastian de fondo, lápices de colores y papel, mucho papel. En esto último puede ayudarme La Cuillère de Sucre, todo un descubrimiento que me ha alegrado la semana y me ha hecho recordar porqué de pequeña coleccionaba “hojitas de cambiar” perfumadas a montones (todos tenemos un pasado, pero esa ya es otra historia).
En su tienda online encontraréis todo tipo de objetos decorativos personalizados y realizados a mano, desde puntos de libro a libretas muy especiales, pasando por guirnaldas, matrioskas o iniciales decorativas, entre otros muchos detalles con encanto.
Todo buen nombre tiene una buena razón de ser: en la Francia del siglo XVIII, para espolvorear el azúcar, se usaban unas cucharas muy particulares. Las mismas que dan nombre a...
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Libretas Orientales,
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La Cuillère de Sucre.
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La Cuillère de Sucre.