El hogar puede ser un lugar inhóspito para los más pequeños... muebles rematados en esquina, sillas que se desplazan al apoyar en ellas las palmas de sus manos en busca de sostén y apoyo, alfombras que se mueven o elevan en sus finales sorprendentemente, suelos que resbalan, porcelanas o cristales que amenazan con hacerse añicos, alguna tijera despistada el cesto de costura o de la caja de manualidades, la cocina, sus cubiertos y calores, ventanas accesibles, cortinas de las que colgarse... y qué decir de la mascota, las puertas y sus bisagras, las escaleras...
El dulce y acogedor hogar en que vivimos entraña peligros impensables para los más pequeños y por eso los parques son siempre una buena opción, un reducto que, aun sin ser excesivamente amplio, lo es lo suficiente para que los pequeños gateadores juegen protegidos y felices.
Claro que está el tema de los espacios, espinoso asunto en el que debieron pensar también en Geuther al diseñar Lucy, un parque que se puede utilizar también como cunita.
En funcional y elegante madera de haya y con 95 cm ancho, 102 de largo y 74 de altura, supone el espacio ideal de juegos y sueños protegidos y felices a la altura que convenga a cada edad, pues tiene también una plataforma acolchada que se ubica a tres niveles, el más alto para las siestas del bebé, otro medio para los juegos y pataleos de los que empiezan a moverse y el más bajo para los que ya se mantienen de pie y amenazan con salir corriendo.
El Bebé Aventurero nos trae esta útil propuesta de Geuther, una firma alemana con más de 100 años de experiencia diseñando y modelando mobiliario infantil y un profundo compromiso con el medioambiente.
Si hay un bebé en casa... deja que Lucy lo protega.