Los que ya tenemos una edad recordamos la revolución que supuso, allá por los años 80 del siglo pasado, la aparición del famosísimo cubo de Rubik que con sus cuadraditos de colores desafiaba nuestra inteligencia y nos retaba a igualar los colores de sus seis caras.
Desde entonces muchos juguetes casuales han intentado reeditar su éxito, la mayoría de ellos sin conseguir una décima parte de su popularidad, y su estela sigue siendo alargada para llegar hasta la última revolución en puzzles crativos, el neocube.
Este simpático entretenimiento consta de 216 potentes imanes redondos que unidos no sólo son capaces de formar un cubo, sino que aprovechando sus propiedades pueden convinarse de múltiples maneras formando imprsionantes tramas tanto en dos como en tres dimensiones como se puede observar en el siguiente vídeo, de este modo, el cubo del nuevo milenio no reta tanto a nuestra inteligencia para saber resolverlo, como a nuestra creatividad para encontrar las más hermosas y originales formas de unir las 216 esferas.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8