Que este del 17 iba ser un verano con mucho arte ya lo anunciaba la primavera con una de las exposiciones más sonadas del Museo del Prado. La pinacoteca madrileña inauguraba abril con Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico. Una lección de historia y un homenaje a la mayor institución norteamericana dedicada al arte hispánico, titular de casi veinte mil piezas que abarcan del Paleolítico al siglo XX.
En el mismo eje artístico de la capital, el Museo Reina Sofía estrenaba primavera con otro homenaje: el del 80 cumpleaños de El Guernica de Picasso, y una muestra dedicada a la iconografía del cuadro. Comisariada por Timothy J. Clark y Anne M. Wagner, Piedad y terror en Picasso: el camino a Guernica, muestra las interferencias en el proceso creativo del mural antibélico más famoso de la historia del arte.
A pesar de Picasso, el Reina Sofía cuenta con otra visitante de excepción: la tensa e intensa Lee Lozano y su obra díscola. De rebelde y reivindicativa va también la portuguesa Paula Rego, cuya pintura se ha convertido en el grito contemporáneo contra la sumisión femenina. Una extraordinaria oportunidad que nos ofrece La Virreina de Barcelona para descubrir las raíces pictóricas de esta artista comprometida e indómita, íntimamente ligada a la Escuela de Londres. También en Barcelona, CaixaForum se sumerge en el enigmático mundo metafísico de Giorgio de Chirico. Se trata de la primera retrospectiva dedicada en España a la obra del italiano, precursor del surrealismo.
Es en Málaga, en el Museo Picasso, donde se exponen las obras más representativas de este movimiento. Bajo el título Bacon, Freud y la Escuela de Londres, la muestra ahonda en la mirada personal de diez artistas nacidos de los escombros de la 2ª guerra Mundial.
En la otra punta de España, en el Museo Guggenheim Bilbao, y del universo artístico actual, nos encontramos con el arte visual y las performances poéticas de Bill Viola. Un pionero en esto de la videoinstalación y la tecnología, cuya obra nace del misticismo, el humanismo y la reflexión.
Siguiendo la costa cantábrica, el verano se estrenaba con la esperadísima apertura del nuevo Centro de Arte de la Fundación Botín en Santander. Fue el pasado 23 de junio cuando al fin desplegó sus alas el primer proyecto firmado en España por el Pritzker Renzo Piano. Tras la bienvenida de Cristina Iglesias y su intervención escultórica Desde lo subterráneo, dos exposiciones aguardan en el interior. La primera, una selección de dibujos de Goya; la segunda, una monográfica de Carsten Höller.
Hay que regresar al madrileño Paseo del Arte para finalizar el recorrido estival con el color exultante de Sonia Delaunay en el Museo Thyssen-Bornemisza, y la fotografía de Albert Renger-Patzsch —uno de los máximos representantes de la Nueva Objetividad alemana— en la Fundación Mapfre.