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El tiempo lo marca el motor de la moda

El motor de la moda es también lo mejor de la semana para ustedes, y para nosotros.

Andrés Sardá no nos sorprende porque sabemos que siempre nos maravilla. Lo sorprendente sería que no nos maravillara, la decepción. No contamos con ella. Sigue siendo la casa de lencería preferida de nuestros lectores. Y sin duda la nuestra. Es el tiempo de la moda. Y la Mercedes Benz Fashion Week Madrid es esa cita casi ineludible de los medios con la moda. Lo he dicho "cita ineludible", ahí queda con un casi. Nosotros la seguimos tras en ese ojo de cristal único de Oliver Pedrosa, su cámara, colándose entre bambalinas. La verdadera naturaleza de una pieza, de su confección, antes de erguirse y caminar, perfecta, por la pasarela. Otra mirada. Una mirada auténtica.

Pero la semana no es sólo moda, como la vida no es sólo moda, también es un nuevo Ferrari, el más potente de los Ferrari que se fabrican de serie. 800 caballos. Y un concept de dos ruedas emulando a otro superdeportivo, el Koenigsegg, que ha reventado nuestras cuentas en redes: sólo en Facebook más de 6595 'me gusta', 770 veces compartido.

Y Chema Madoz, siempre imprescindible, expone en Asturias. La mejor excusa para escaparse también a comer bien cachopo o cualquier otra de las delicias de la cocina asturiana, porque la mejicana sopa de flor de calabaza nos la podemos preparar nosotros siguiendo los pasos de las recetas de Margarita, aquí mismo.

Lo que es probable es que para una escapada a ver la exposición de Chema Madoz no necesites las gafas de sol que luce Robert de Niro en el fashion film que presenta la última colección de Ermenegildo Zegna.  Así es el tiempo. Y así transcurre el tiempo, rápido. Nosotros lo medimos con los nuevo Montblanc TimeWalker, con deportividad, estilo y un gran sentido de la competición, como todavía se puede leer a menudo en ese objeto de placer que sigue siendo la prensa escrita. Un placer que la tecnología no ha logrado emular, quizás porque a la tecnología le falta el olor de la tinta y del papel, aunque logra acercase mucho a la experiencia, lo demuestra ReMarkable, ese tablet de tinta electrónica que os mostrábamos esta semana.

Y así componemos una semana de buena vida, en nuestras propias casa, no en la Casa de la Buena Vida en Méjico, en la Baja California, que sale a subasta por no menos de 3 millones de dólares, si no en las nuestras. La buena vida tiene muchas formas de entenderse, de plantearse. A ustedes y a nosotros, todas estas cosas nos han definido la semana. Una buena semana. Una gran semana.

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