Hay semanas en que las novedades pasan por cosas que nos entristecen. Por templo, nos entristece mucho que la pobre JK Rowling, después de haber empezado una prometedora carrera escribiendo en una cafetería, no encuentre comprador para su barquito, el Amphitrite, de 47 metros de eslora. No sale de su mala racha.
La verdad es que para superarlo podría darse un viajecito en el Belmond Royal Scotsman, un trenecito monísimo por Escocia en el que seguro encontraría inspiración para, no sé, algún libro de brujos y niños y esas cosas. Mejor si es un un The Macallan in Lalique Legacy Collection, que un traguito igual ayuda con la inspiración.
Aunque la inspiración también es eso que te tiene que pillar trabajando, que dicen comentaba Picasso. Osea, una cuestión de echarle tiempo. Pero no cualquier tiempo, mejor con un Breguet Marine Équation Marchante o con el Hysek Colossal Gran Complicación. Mejor lo más exacto posible. Más espectacular, incluso.
Y luego está lo de parar y darse un baño, que relaja mucho. Lo que sí que puede pasarte si te das ese baño en la bañera de Villeroy & Boch con sus 5000 cristales de Swarovski es que tengas ensoñaciones de las Mil y una Noche. O que tengas que ponerte las gafas de sol de Karen Walker si lo haces de día, para convivir con tanto brillo.
En fin, la dolce vita, JK Rowling, esa que también encontramos en la lencería de Pain de Sucre y que tanto nos inspira. Tanto como las emociones fuertes, cosas de la adrenalina. Un Audi R8 LMS GT4 es probable que las garantice con su 0 a 100 en 3,2 segundos. Aunque la inspiración se encuentra en cualquier parte, también en una cocina con electrodomésticos de SMEG diseñados por Dolce & Gabbana. Lo de la moda aplicada es una cosa que nos trasciende mucho.
Pero en fin, que sí, que la inspiración se encuentra en cualquier lado, también en soledad. Primero encontrarse, porque como decía Sándor Marái, “para conocerse a uno mismo, para comprenderse, es preciso vivir un tiempo en soledad, en una soledad profunda.” Y luego ya todo lo demás viene de otro modo. Puede que mejor, puede que peor. Vaya usted a saber. Al menos sabrás quién eres. Aunque eso también puede que sea mejor o puede que sea peor. Depende de lo que encuentres en el espejo.
Ya fuera de bromas, esto es lo más, la lista de lo más de lo más. Pero por los pelos. Porque esta semana, que estabais de vacaciones, os lo habéis visto todo con bastante regularidad. Cosas de los smartphones y los tablets y las cada vez más potentes conexiones. La tecnología punta.
De que JK Rowling acabará vendiendo su yate no tenemos ninguna duda. Puede que no por 17 millones, aunque seguro que no le urge mucho. Un poco de magia por aquí, un poco de magia por allá, un poquito de cuidado y esfuerzo y… zas! Flipendo. Y si no lo filas bastante, vale cualquier vídeo de Robbie Williams.
O un viajecito. No sé, se nos ocurre que al Palazzo Venart en Venecia o al hotel Mandarín Oriental de Atlanta. Ideas.