Pueden ser intrépidos aventureros y pequeños y encantadores príncipes, les gusta jugar, les apasionas tú y les encanta conducir...
Conducir y conducirse con descaro, coquetear con la Belluci y cuidarse sin que se note, les gusta perfumarse aunque lo nieguen y medir el tiempo a su antojo e intención. Miran al mundo a través del cristal que les viene en gana y visten casuales o elegantes según el momento y la ocasión.
En coche o en moto, unas gotas de perfume y una camisa de firma, el reloj de acelerar el tiempo y la mochila de la huída hacia delante, las gafas de ver, las de ver sin que te deslumbre el sol... y un mimo secreto para la piel. Éstas son algunas de las interesantes propuestas que os hemos mostrado para el Uomo...