Se aproximan las fiestas y seguro que tienes que comprar un montón de cosas. No está mal aprovechar el puente para ir de tiendas. Puedes descubrir las nuevas o visitar las de siempre. No hay nada más placentero y relajante que dejarse llevar: de escaparate en escaparate y de probador en probador. Una terapia de lo más eficaz contra la rutina.