Hay días que son así, con soles que cubren las nubes y lluvias que empapan el sol. Hay días nublados luminosos y radiantes. Hay días resplandecientes de chaparrones y charcos. Hay días para todos los gustos. Lo que no hay es gustos para tantos días. Y menos para todos los días.
Siempre cae el agua a mares poco antes de que salga el sol cada amanecer. Y a veces brota la luz tras la lluvia y tras una noche mojada de estrellas, lágrimas y diluvios. Escucha y mira, porque entre nubes, entre brillos y arcos multicolores siempre llega un nuevo día. No pares la lluvia porque tus caprichos o tus miedos nunca conseguirán romper el encanto de los días lluviosos en la soleada Sidney.
Sal, abre los ojos. Verás nubes, sol y lluvia y una canción para cada sombra, para cada rayo, para cada gota.