De niños, tendemos a pintar una casa del modo más simple, haciendo una abstracción de sus líneas más básicas: dibujamos un cuadrado y le ponemos por sombrero y tejado un triángulo. La geometría nos ayuda a resolver así, sobre el papel, todos los problemas que los arquitectos y diseñadores afrontan para que esa casa pintada en el papel puede lavantarse sobre el suelo y convertirse en una de esas viviendas que tanto nos gustan.
Es en esa resolución, en ese momento de crear realidades tan simples o complejas como deseen y convertirlas en viviendas, en el que surgen diseños impactantes, emocionantes, sorprendentes... Es entonces cuando se idean casas como las 10 que hoy recordamos, algunas son pequeños y coquetos refugios, otras mansiones espectaculares y alguna, incluso, parece más una nave espacial que una casa. Sea como fuere, seguro que no te importaría pasar una temporada en alguna de éstas... ¿verdad? a nosotros tampoco.