Los niños del siglo XXI llegan al mundo casi sabiendo manejar un mando de videojuegos y navegando en Internet. Son los que deben enseñar a sus padres el funcionamiento de una programa de ordenador o cómo sacarle el mejor partido a un teléfono móvil. Sin embargo, eso no quiere decir que no se pueda también echar la vista atrás, a otras épocas en las que la tecnología no era electrónica, y darle la oportunidad a los pequeños de 2011 de divertirse como sus bisabuelos.
Una buena propuesta es este coche para jugar en casa, con la estética de los Fórmula 1 de mediados del siglo XX. Se vende sin ensamblar, por lo que, de paso, también es un juego para un padre manitas. Las ruedas están recubiertas de caucho y el acabado es muy resistente. Mide 73,5 x 35 x 40 cm y está recomendado para niños a partir de 3 años. Cuesta 160 € aprox. en Bouf.
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