Aunque no tengas moto ni tengas pensado tenerla; aunque odies los pelos que te deja el casco cuando te lo presta alguno de tus amigos motorizados; y, lo más importante, aunque no seas precisamente una fan de los diseños de Braccialini...
Los cascos que su diseñadora, Carla Braccialini, ha decorado para la colección Biker no admiten pega alguna. Son tan originales y discretos, tan divertidos, diferentes y cool que deberías hacerte con uno sólo por si acaso... Si una de tus amigas es motera, ni lo dudes, es el regalo que está esperando. Y a los chicos, los decorados con cochecitos estilo naïf o el que homenajea la ciudad de Londres, les resultan irresistibles. Producidos por CIF, se venden en las tiendas Braccialini y en establecimientos especializados en accesorios del motor.
Pese a que algunos de sus bolsos y carteras son realmente difíciles de llevar, hay que reconocerle a la firma italiana el mérito de llevar 50 años a la vanguardia de la moda en accesorios. Sus típicos puercoespines o matrioskas, copiados hasta la saciedad, no han sido nunca derrocados.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5